5.5.11

(Re)flexiones

HELMER: Antes que nada, eres esposa y madre.
NORA: Ya no creo en eso. Creo que, ante todo, soy un ser humano igual que tú... O, por lo menos, debo intentar serlo. [...] Sólo sé que mis ideas difieren por completo de las tuyas. Además, me doy cuenta de que las leyes no son lo que yo creia. Y no me entra en la cabeza que semejantes leyes puedan ser justas. [...]
HELMER: Hablas como una niña, sin comprender nada de la sociedad en la que vives.
NORA: No, es cierto, no comprendo nada. Pero quiero comprenderlo y averiguar quién de los dos tiene razón: si la sociedad o yo.
Casa de muñecas, Henrik Ibsen, 1877.

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